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Continuar comprandoEl mallazo en la construcción: importancia y aplicaciones
El mallazo es un componente fundamental en la construcción moderna, especialmente en el refuerzo de estructuras de hormigón. Su uso es crucial para garantizar la estabilidad y durabilidad de las obras, ya que ayuda a distribuir cargas y prevenir la aparición de grietas. En este artículo, exploraremos qué es el mallazo, para qué se utiliza en construcción, y responderemos a dudas más frecuentes sobre su aplicación.
¿Qué es el mallazo?
El mallazo, también conocido como malla electrosoldada, es una rejilla metálica formada por barras de acero cruzadas y soldadas en sus puntos de intersección. Estas barras pueden ser de diferentes diámetros, y están dispuestas en una estructura cuadriculada que proporciona resistencia y rigidez a las estructuras de hormigón.
Aunque las aplicaciones industriales de la malla electrosoldada son muchas, en este artículo nos centraremos en sus aplicaciones en la construcción.
Características del mallazo
Material:
El mallazo está fabricado principalmente con acero, lo que le confiere una alta resistencia a la tracción. Este material es fundamental para soportar las fuerzas tensionales dentro de una estructura de hormigón.
Diseño y estructura:
El mallazo está compuesto por barras de acero que se cruzan en ángulos rectos, formando una estructura cuadriculada. Estas barras están soldadas en sus puntos de intersección para asegurar la estabilidad y resistencia del conjunto.
La cuadrícula estándar del mallazo suele tener medidas de 15x15 cm o 20x20 cm, pero puede variar según los requerimientos del proyecto.
Tamaño y dimensiones:
Los paneles de mallazo más comunes tienen dimensiones de 2 metros de ancho por 6 metros de largo. Sin embargo, también se encuentran en otras medidas para adaptarse a diferentes necesidades de construcción.
Las barras de acero del mallazo varían en grosor, generalmente entre 4 mm y 12 mm. La elección del grosor depende de la aplicación específica y las cargas esperadas sobre la estructura.
Tipos de mallazo:
Se pueden encontrar principalmente dos tipos de malla, el mallazo liso y el mallazo corrugado. El mallazo liso se utiliza en aplicaciones donde se requiere un acabado más uniforme, pero con menos necesidad de adherencia al hormigón.
Por otro lado, el mallazo corrugado presenta una superficie con corrugas o protuberancias que mejoran la adherencia del acero al hormigón, siendo el más comúnmente utilizado en construcciones de soleras y muros.
Revestimiento:
En aplicaciones donde hay exposición a ambientes corrosivos o húmedos, el mallazo puede estar galvanizado para protegerlo de la corrosión, prolongando así su vida útil.
Uso del mallazo en la construcción
El mallazo se utiliza principalmente para reforzar el hormigón en diversas estructuras, como soleras, muros y losas. Su función principal es mejorar la resistencia a la tracción del hormigón, un material que es naturalmente fuerte en compresión, pero débil en tracción.
Al incorporar el mallazo, se logra una estructura más equilibrada y resistente, resultando especialmente importante en proyectos donde se espera que el hormigón soporte grandes cargas, en suelos inestables, o donde haya cambios frecuentes de temperatura que puedan provocar dilataciones y contracciones.
Entre sus aplicaciones más comunes destacan:
- Soleras y losas de hormigón: El mallazo juega un papel crucial en la prevención de grietas en el hormigón. Las grietas pueden formarse debido a una variedad de razones, como la retracción del hormigón, el asentamiento del suelo, los cambios de temperatura y las cargas aplicadas. La incorporación del mallazo ayuda a minimizar estos problemas al proporcionar un soporte estructural que distribuye las tensiones de manera más uniforme.
- Muros de Contención: El mallazo se utiliza en la construcción de muros para reforzarlos y proporcionar una estabilidad adicional frente a las presiones del suelo.
- Pavimentos: El tráfico constante origina un desgaste del pavimento, y el mallazo aumenta su resistencia y permite soportar mejor dicho desgaste.
- Forjados y Cubiertas: El mallazo proporciona soporte adicional y estabilidad a las estructuras.
¿Qué mallazo usar en una solera de hormigón?
Para una solera de hormigón, la elección del mallazo adecuado depende de varios factores, como el uso previsto de la superficie, las cargas que soportará, y las especificaciones del proyecto.
- Grosor de las Barras: Para soleras residenciales, generalmente se utilizan barras de 5 mm a 8 mm de diámetro. En aplicaciones industriales, puede ser necesario un grosor mayor.
- Tamaño de la Cuadrícula: Un tamaño de cuadrícula de 15x15 cm es común para la mayoría de las soleras. Sin embargo, para cargas más pesadas, puede ser necesario un tamaño de 20x20 cm.
- Revestimiento: En ambientes corrosivos, se recomienda utilizar mallazo galvanizado para aumentar su durabilidad.
Consideraciones para la colocación del mallazo
- Para maximizar la efectividad del mallazo, es crucial colocarlo a la profundidad correcta dentro de la estructura de hormigón. Generalmente, se recomienda que el mallazo esté situado a un tercio de la altura de la losa desde la parte superior.
- Es necesario garantizar una cobertura adecuada de hormigón sobre el mallazo para protegerlo de la corrosión.
- Para asegurar que el mallazo se mantenga en la posición deseada durante el vertido del hormigón, es necesario utilizar separadores o falcas.
- El mallazo debe estar perfectamente nivelado para evitar que se hunda en el suelo durante la instalación.
Ventajas de usar mallazo en hormigón
El uso del mallazo en hormigón ofrece múltiples ventajas que van más allá de la prevención de grietas:
- Aumento de la resistencia estructural: Mejora la capacidad de la estructura para soportar cargas pesadas. En casos extremos, la falta de este refuerzo puede llevar al colapso estructural.
- Distribución uniforme de tensión: Reduce el riesgo de fracturas localizadas al distribuir tensiones de manera uniforme. Sin el refuerzo del mallazo, el hormigón es más propenso a agrietarse bajo carga o por movimientos del suelo.
- Reducción de costes a largo plazo: Minimiza la necesidad de reparaciones y mantenimiento, prolongando la vida útil de la estructura. Las estructuras sin mallazo tienden a deteriorarse más rápidamente, requiriendo reparaciones costosas.
Conclusión
El mallazo es un elemento esencial en la construcción moderna, especialmente en el refuerzo de estructuras de hormigón. Su uso no solo mejora la resistencia y durabilidad de las construcciones, sino que también previene la formación de grietas, asegurando que las estructuras sean seguras y eficientes a largo plazo.
Al entender cuándo y cómo usar el mallazo, los profesionales de la construcción pueden maximizar la eficacia de sus proyectos y garantizar resultados de alta calidad. El conocimiento de las especificaciones del mallazo y su correcta aplicación es vital para cualquier proyecto de construcción que busque cumplir con los estándares actuales de seguridad y durabilidad.